Texturas y formas ondulantes y una distribución fluida

02 Oct, 2020

Paneles deslizantes de cristal, vistas al exterior en perspectivas multidireccionales y una escalera en espiral que sostiene la vivienda. Esta casa está construida con materiales en su estado puro, que decoran las estancias con sus texturas y formas ondulantes. Además, la distribución no es convencional, lo que favorece la fluidez entre los espacios.

Al contrario que en las casas comunes, la zona de día se sitúa en el nivel superior de la casa, aprovechando la inclinación del terreno para situar la zona de dormitorios en la parte baja. La casa está inmersa en un pequeño jardín y los árboles se ven desde todos los puntos de la vivienda. Los materiales, los volúmenes y las vistas de 360 grados del cielo y los árboles la convierten en un lugar armonioso y tranquilo para vivir.

Eso sí, en esta casa no hay estancias como tales. A través de una planificación rigurosa se eliminaron las compartimentaciones y los espacios de circulación innecesarios, maximizando el tamaño del jardín y centrándose en las proporciones de las habitaciones y los volúmenes.

El proyecto muestra la influencia del diseño en la vida familiar, reconsidera las normas ampliamente aceptadas para el diseño de una casa y su relación con el lugar, y muestra cómo se pueden romper los límites convencionales entre el interior y el exterior.

En el estudio, la librería diseñada por Madeleine Blanchfield Architects –al igual que la mesa– encaja en un ventanal que permite que entre la luz y las vistas. Y la cocina queda definida por la alargada isla realizada con hormigón visto.