Salt of Palmar: el paraíso tropical de Camille Walala.
Salt of Palmar es un trocito colorido de cielo para todo el que vaya a hospedarse a este paraíso en el Índico. Concebido desde la sostenibilidad, conecta con la comunidad local y busca introducir a los viajeros “modernos, culturalmente curiosos, conocedores del estilo” a la auténtica Mauricio. Para ello ha recurrido a un aspecto distintivo que nace de la colaboración entre el arquitecto mauriciano local Jean‐François Adam y su estudio JFA Architects, con la artista francesa Walala y su estilo colorido y alegre.
Este nada convencional hotel parte de un increíble edificio geométrico, parecido a un riad marroquí, situado en la franja de arena blanca y pura de Palmar Beach. El estudio repuso cuidadosamente las estructuras en pie para acentuar la proximidad del hotel al mar. Como parte de esto, orientó todas las camas para enfrentar el agua, rediseñando la piscina para mejorar su conexión con la playa. Además, se jugó con la cálida luz tropical de la isla, permitiendo que los colores naturales de la ubicación brillaran.
La fauna y la flora han sido protegidas a lo largo de este proyecto; añadiendo así un sentido de serenidad atemporal a la escena. Según cuentan sus creadores, todo el hotel está diseñado para unir a las personas. Desde las mesas comunes en la panadería, el restaurante y el bar de la playa, hasta el primer rooftop bar de Mauricio y los espacios acogedores en el spa.
Y para plasmar la energía de la marca, no podía encargarse otra persona que Camille Walala, una artista que va más allá del diseño de interiores, y cuyo enfoque desinhibido a la hora de jugar con el color es perfecto para la pasión que se desprende por Mauricio en cada rincón. Su tarea fue encontrar el equilibrio perfecto entre su propio impulso creativo y la expresión auténtica del carácter de la isla: una perspectiva fresca, juguetona e irresistiblemente positiva.
En el interior, geometrías, contrastes de blanco y negro en columnas, mobiliario y hasta en las sombrillas de la zona de la piscina. Los azulejos aportan aún más brillo si cabe en baños y repisas, y en colores coral y aguamarina. Además, se ha cuidado el respeto al medio ambiente y el reciclaje, evitando en la medida de lo posible el consumo de plásticos, y la filosofía de comida en el restaurante es fresca, local, casera, de cosecha propia, estacional y sin desperdicios.
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