Por delante, madera. Por detrás, cristal.
Defensores de una arquitectura que mejore el entorno y partidarios de reconciliar al individuo con lo que le rodea, este estudio de arquitectura con sede en San Francisco proyecta casas con mucha vida exterior.
En concreto, en esta casa la madera permite preservar la intimidad de los habitantes, y por detrás el cristal invita a disfrutar del paisaje y de las áreas al aire libre. La llaman Butterfly House, y en ella el suelo de madera deja paso a un árbol que se ha convertido en la principal atracción de la estancia.
Además, una de las peticiones de la pareja que encargó la casa fue que reflejase sus raíces: India e Irlanda. Y esto lo consiguieron con el patio y la arquitectura vernácula respectivamente. En el interior, bajo la escultórica lámpara descansa una mesa de comedor con la estructura de madera y superficie de mármol, con sillas a juego. Y desde aquí se puede ver la escalera, un elemento central en la casa que ha ganado protagonismo con la luz natural que se cuela entre los escalones y también a través de la barandilla.
En el salón encontramos un sofá en forma de L y junto a este el comedor. Y si salimos al exterior podemos ver los mismos elementos: un salón al aire libre, con sofás y butacas, y un comedor, situado bajo el porche.