París, desde la Torre Montparnasse
Otra visita obligada para ver París desde lo más alto es subir a la Torre Montparnasse, un edificio que tenía previsto un importante proyecto que ha quedado paralizado por la pandemia. Inaugurada en 1973, fue el primer edificio de oficinas que se construyó en el centro de la ciudad y fue la causante de una enorme controversia, ya que los parisinos opinaban que desentonaba con el entorno clásico en el que se ubicaba.
En la actualidad cerca de 5.000 empleados trabajan en 53 de las plantas del edificio, mientras que más de 750.000 visitantes suben cada año hasta las terrazas de las plantas 56 y 59 para disfrutar de las mejores vistas de la ciudad.
Hacia 1934, la antigua Estación Montparnasse no satisfacía las necesidades del tráfico creciente y el gobierno de la ciudad planeaba reorganizar el barrio y construir una nueva estación. Por diversos motivos, el proyecto se fue postergando y en 1969 el plan de mejora del barrio se concretó, trasladando la estación y abriendo nuevas y mejores calles.
La idea de modernizar la ciudad, paralela a la construcción del Centro Pompidou, impulsó a la construcción de esta torre en el mismo lugar que ocupaba la antigua estación. Fue diseñada por Eugène Beaudouin, Urbain Cassan, Louis Hoym de Marien y por el arquitecto Roger Saubot. Estos diseñadores tuvieron que arreglárselas con la naturaleza del subsuelo y la presencia del metro debajo de la torre, lo que hace que basaran la torre en 56 pilares que se hunden a 70 metros en el suelo.
La Torre está compuesta de un nudo central de cemento resistente al viento y al peso de los pisos con una armadura aérea bastante ligera. Su base es en forma de almendra de 50x32 metros, con una apertura triangular en sus dos extremos. Pesa 150.000 toneladas, dispone de 6 niveles subterráneos y los pisos son de 1.700 m² de media cada uno, con una superficie total de 120.000 m².
Además de sus 5 montacargas, el edificio dispone de 25 ascensores, cada uno de ellos comunica solamente con un grupo de pisos. El más rápido es el que une sin parada la planta baja con el piso 56, alcanzando una altura de 196 metros en sólo 38 segundos (es decir, 6 metros por segundo). Sólo se puede acceder a los últimos pisos y a la terraza a través de las escaleras.
La moderna torre es visible desde cualquier punto más o menos elevado de París y las barandillas de la terraza se pueden desmontar en 120 segundos para transformarla en una plataforma de aterrizaje de helicópteros.
Un restaurante ocupa el piso 56º, y allí mismo descubres en sólo 38 segundos el ascensor más rápido de Europa sube a este piso, en el cual se realizan exposiciones y se encuentra la famosa tienda Galerías Lafayette, al igual que numerosas instalaciones audiovisuales e interactivas ayudan al visitante a descubrir y comprender París: galerías, fotos, hitos interactivos, etc.
En 2016 se lanzó un concurso internacional de arquitectura para rediseñar la Torre de Montparnasse, y en 2017 se eligió al ganador de una lista de siete candidatos tras la que quedaron en una tercera y última etapa del concurso: Studio Gang (Estados Unidos) y Nouvelle AOM (Francia). Este último sería el encargado de dar una nueva imagen a la torre antes de los Juegos Olímpicos de 2024, pero el proyecto quedó paralizado.
MAD Architects, uno de los siete estudios seleccionados de entre 700 equipos participantes, propuso el proyecto Mirage. Un proyecto que aplica los principios de la reflexión cóncava para crear una ilusión óptica mediante una piel de cristal en la que cada panel se ubica en un ángulo específico. De este modo, el rascacielos se transforma en un gigantesco espejo cóncavo en el que las calles y las azoteas de los edificios colindantes parecen flotar hacia abajo, mientras que el cielo se refleja en la parte inferior.
Actualmente, la torre está en proceso de reforma, pero desconocemos qué proyecto se llevará finalmente a cabo.