Ouka Leele, un adiós para un icono de la fotografía en la Movida Madrileña
Si hablamos del arte durante la Movida Madrileña nos vienen muchos nombres a la cabeza, y sin duda Bárbara Allende Gil de Biedma es uno de ellos. Quizá la reconoces más por Ouka Leele, su nombre artístico procedente de una estrella de un cuento polinésico. Allende falleció el pasado martes, dejando atrás un gran legado. Fue un punto de inflexión en la Movida, y junto a sus colegas Cesepee y El Hortelano aportaron una nueva manera de vivir en esa época de la Transición con cómics, cultura pop, hedonismo, objetos encontrados y reutilizados con una aire de broma permanente...
Sus inicios fueron fotografías coloreadas que vendía en los mercadillos, y consiguió la fama con un retrato en el que su protagonista se llevaba un pulpo a la cabeza y otra en la que ella misma aparecía rodeada de limones. Fotografías tomadas en blanco y negro, y coloreadas después en tonos warholianos.
En realidad, aunque fue Premio Nacional de Fotografía 2005, ella se consideraba más una pintora que una fotógrafa. Su educación artística fue fundamentalmente religiosa, y por ello su obra está llena de composiciones tomadas del arte barroco, de piedades recreadas y sacadas de contexto. Y su historia familiar también la marcó, era sobrina de Jaime Gil de Biedma e hija de un arquitecto aficionado al arte.
Ouka pasó un tiempo en Barcelona junto a El Hortelano y Ceesepe y otra temporada en Nueva York. Y con tan solo 22 años, la artista tuvo que enfrentarse a un cáncer. La quimioterapia la dejó calva durante algunos años, lo que algunos creían que se debía a su excentricismo era producto de la enfermedad. El estar tan cerca de la muerte a una edad tan temprana la alejó de la vida de drogas y alcoholismo extremo de su generación y marcó su personalidad única.
En 1987, el Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC) le dedicó una retrospectiva que recogía diez años de su trabajo. Más tarde publicó su primer libro individual: Naturaleza viva, naturaleza muerta y participó también en varias ediciones de la feria de arte Arco, celebrada en Madrid, la primera en 1988.
El 1992 inaugura en Londres una exposición individual de 42 piezas, retrospectiva de fotografías coloreadas a mano, y en 1993 participó en Madrid en la Feria de Liberación de Espacios Comerciales hacia el Arte FLECHA 93, patrocinada por el grupo de artistas «Con Amor» para dar una oportunidad a los que estaban empezando.
Expuso en 1998 una retrospectiva de su obra de setenta fotografías desde 1978-98, en el festival internacional PhotoEspaña en Madrid. Y en 2004 participó en el proyecto Fashion Art, una colección de trajes del diseñador Manuel Fernández decorados con pinturas originales de diferentes artistas que fue presentado en varios países de América Latina.
En su fotografía se pueden reconocer referencias a las antiguas civilizaciones, la mitología, la literatura y los mundos íntimos de la familia y los amigos, contextualizados en diferentes escenarios a partir del retrato y el autorretrato.
En 2009 Rafael Gordon filmó la película La mirada de Ouka Leele, que retrataba el viaje de la obra y la personalidad de la artista. Joven e irónica al principio, misteriosa y en sufrimiento después.
Ouka Leele nos ha dejado a una edad aún temprana, pero su obra siempre quedará con nosotros en las paredes de galerías y museos de París, Londres, Tokio o Nueva York.