Interiorismo para restaurantes. Unos consejos.
Una de las partes de mi trabajo de decorador e interiorista son los proyectos relacionados con la hostelería. Crear un espacio para un restaurante es un reto que nos encanta. A todos nos gusta que nos den de comer y cada vez somos más conscientes de que la sensación final no depende solo de la comida (que es lo principal, no lo olvidemos), sino que el ambiente en el que se desarrolla la misma juega un papel muy importante.
Luces que molestan, música demasiado alta, mesas demasiado juntas que te hacen estar más pendiente de las conversaciones de los de las mesas de al lado que de la de tus acompañantes, cuadros que duelen a los ojos o quizás no haya nade de eso pero al restaurante le falta encanto, personalidad, definición.
Por eso me gustaría compartir con vosotros un artículo que escribió en 2009 mi compañera de profesión Alicia Mesa en el que nos daba unos consejos a la hora de encarar el interiorismo de un restaurante. Lo podéis leer entero aquí, pero me he permitido hacer un breve resumen.
Ella habla de que la calidad del entorno sí que hace que un local gane puntos y como comentábamos, cada vez más propietario está de acuerdo en esta afirmación (por suerte para interioristas, decoradores y diseñadores). Y centra el análisis en tres puntos clave:
El espacio: independientemente del tamaño, lo importante es que esté bien estructurado. Por ejemplo, las cocinas cada vez están más a la vista (y desde que Chicote se mete en ellas, más aún) y se han convertido en un elemento decorativo más. Los aseos deben situarse en una zona que sea de fácil acceso para todos los clientes. Y en la zona de la sala debemos tener en cuenta que necesitamos intimidad para cenar, y si el espacio es reducido, juguemos con el movimiento tanto de techos como de suelos.
La iluminación: coincidimos con Alicia en que es el factor más importante. Tanto la luz natural como la artificial debe ser cuidada y tratada para que no moleste, cuanto menos la notes, mejor. Huyamos de las luces blancas y trabajemos con tonos cálidos y diferentes intensidades. Y en las mesas es fundamental no deslumbrar y que se pueda leer la carta sin problemas.
El color: Nos ayudará a crear la sensación del primer golpe de vista. Si queremos que sea agradable, utilicemos colores cálidos y envolventes.
Luego tendremos que trabajar con los elementos decorativos, con el mobiliario, manteles, cuadros, cuberterías y algo que para nosotros es muy importante: el diseño gráfico, que nos ayudará muchísimo a la hora de crear una personalidad diferente y diferenciada. A veces el diseño de la carta, las tarjetas o el rótulo exterior pueden ayudarnos tanto a la decoración como la luz o el color escogidos.
Bon profit!