Futuro House, ¿casa o nave espacial?

23 Sep, 2022

El mismo día que Armstrong ponía un pie en la Luna, el 20 de julio de 1969, The New York Times hablaba de la llegada a la Tierra de Futuro House, la propuesta arquitectónica del finlandés Matti Suuronen, de la que pudimos ver uno de los modelos originales en nuestra visita al Mercado de las Pulgas en París.

Futuro House era más que una casa: suponía un nuevo tipo de hábitat, prefabricado y asequible, fácilmente transportable y adaptable a cualquier lugar, que explotaba las posibilidades de los nuevos materiales plásticos.

Su concepción y nacimiento tuvo lugar entre la Guerra Fría y la carrera espacial entre EEUU y la URSS. El Sputnik, el Explorer I, la llegada a la luna de la sonda soviética Luna I, el lanzamiento del primer astronauta (Yuri Gagarin), el alunizaje de Apollo 11 y el primer paso de Neil Amstrong en la luna. Con estas referencias, Futuro House no podía ser una casa cualquiera, era el momento de hacer algo que llegara más allá.

El desarrollo de los materiales plásticos y la estética aeroespacial estaba a la orden del día, tanto en propuestas arquitectónicas utópicas como en piezas de diseño, mobiliario e, incluso, moda, de carácter pop. Y Matti Suuronen no se quedó atrás. El proyecto se planteó desde un punto de vista práctico, su carácter prefabricado permitía el montaje en fábrica, su traslado, el fácil ensamblaje en la localización elegida e, incluso, su desmontaje para iniciar un nuevo ciclo vital en otra ubicación.

Su pequeño tamaño y su peso ligero permitían que fuera transportada en helicóptero, y la adaptación de los soportes a terrenos de difícil topografía, o el empleo de dados de hormigón para la cimentación, posibilitaban el montaje en solamente dos días hasta en los lugares más recónditos.

La edificación se componía de 16 módulos idénticos de plástico, que podían ser fácilmente ensamblados en el lugar donde se fuera a colocar. La burbuja resultante se apoyaba sobre un anillo metálico, y todo el conjunto quedaba soportado por cuatro apoyos dobles, también metálicos, que la levantaban del suelo, consiguiendo la imagen de un platillo volante.

 

Más que una vivienda estable, se pensaba que Futuro House tenía un uso vacacional, como refugio de montaña o cabaña de esquí. Esto era debido a sus pequeñas dimensiones: 4 metros de altura, 8 metros de diámetro y unos 50 metros cuadrados útiles.

Pero lo cierto es que dependiendo del modelo, la Futuro House podía ser habitada hasta por 8 personas. La planta circular acoge todo el equipamiento necesario, incluyendo unas piezas de mobiliario que funcionan como asientos, pero que permiten su transformación en tumbonas o camas individuales.

Puertas y ventanas con forma elíptica, y una escotilla que se despliega desde el interior para formar unas escaleras que nos invitan a entrar y descubrir una planta abierta, un vacío central como corazón de la zona de estar, cuyo perímetro ocupan las zonas húmedas y un dormitorio privado. Los módulos de asiento y el resto de mobiliario fueron producidos en serie para incorporarlos directamente a cada prototipo. 

Los prototipos comenzaron a fabricarse en la factoría Polykem de Hiekkaharju (Vantaa, Finlandia). El modelo Futuro n.º 000, en color azul claro, se fabricó en junio de 1968, como refugio de esquí en la población finlandesa de Turenki. 

Futuro n.º 001, en color amarillo, se realizó en agosto de ese mismo año, como casa de vacaciones junto al lago Puulavesi. Su presentación internacional se llevó a cabo en Londres en octubre de 1968, durante la Finnfocus Export Fair, donde se expuso en la cubierta de un ferry anclado en el Támesis el modelo Futuro n.º 002, también en color amarillo.

Y a partir de ahí su popularidad no paró de crecer, participó en la muestra Internationale Kunststoffhaus Ausstellung der Welt, celebrada en 1971 en Lüdenscheid (Alemania), donde se expuso junto a otras casas del futuro como la Rondo House (1960) de Casoni + Casoni, o la “Burbuja de seis casquetes” (Bulle six coques, 1964) de Jean-Benjamin Maneval. Y en 1972, se instalaba en Saint-Ouen, delante del CNIT de La Défense, un nuevo prototipo que funcionó como cafetería.

La empresa Futuro Corporation inició su comercialización en Estados Unidos o Australia, hasta que la crisis del petróleo de 1973 hizo inviable su producción al aumentar considerablemente los precios de los materiales plásticos. De los casi 100 modelos construidos, apenas se conservan la mitad, y sólo dos prototipos, el 000 en el Museum Boijmans Van Beuningen de Róterdam y el 001 en el WeeGee Exhibition Centre de Espoo (Finlandia), pertenecen a colecciones museográficas. 

Y hoy en día, hasta existe una réplica en miniatura en forma de lámpara, la Futuro House es sin duda un icono que nos acompañará mucho tiempo.