Estos arquitectos tienen la cabeza en las nubes
Y gracias a ello han conseguido el Premio del Jurado del Festival des architectures vives en Montpelllier, uno de los certámenes más experimentales relacionados con esa disciplina. Os hablamos de Mickaël Martins Afonso y Caroline Escaffre-Faure, dos jóvenes arquitectos que presentaron una propuesta que a simple vista no supone una innovación técnica, pero sí en el uso de la arquitectura.
La finalidad de este proyecto era dar visibilidad a los patios de los edificios, lugares de paso pensados para iluminar los interiores y darle un respiro, pero en los que nadie se para. Por eso, colocaron nubes en los patios del edificio donde se celebra el festival, y con ello crearon miniespacios para la tranquilidad, la meditación y el descanso de los asistentes.
Así, los visitantes podían introducir sus cabezas en estas esponjosas nubes y olvidarse por un momento del mundo exterior. El problema es que este tipo de instalaciones aún no están preparadas para salir al día a día. La gente no está acostumbrada a convivir con el arte en un entorno urbano y, o se respeta en exceso y se tiene una actitud de distancia ante lo que se supone que está a disposición del público; o se vandaliza.
En todo caso, estos jóvenes consiguieron dar una utilidad a espacios en desuso y bajar un poco de cielo a un mundo con los pies cada vez más en el suelo.