El propósito inmortal de Reversible Destiny Lofts.
Si vamos a abordar el tema de la arquitectura conceptual y procedimental, debemos hacer una parada obligatoria para hablar de Shusaku Arakawa, quien junto a su compañera de vida, Madeline Gins, dieron a luz a un proyecto arquitectónico tan ambicioso como singular: Reversible Destiny Lofts.
Arakawa y Gins siempre estuvieron muy interesados en la longevidad de la esperanza de vida humana y en la eternidad. Tanto, que decidieron pasar de la teoría a la práctica desarrollando un “juguete gigante” que pudiese alterar, en la medida de lo posible, este ciclo vital. Ya que como bien ha mencionado la pareja en más de una ocasión “Es ilógico que un sistema ético que valora la vida no vea la mortalidad como algo fundamentalmente poco ético”.
Por eso, crearon un complejo de lofts diseñados para estimular el cuerpo de las personas con el fin de revertir el proceso de envejecimiento y prevenir la muerte.
El proyecto The Reversible Destiny Lofts se levantó en 2005 en el exclusivo barrio de Mitaka-Shi y, desde entonces, se ha convertido en un símbolo icónico del lugar.
En él, podemos encontrar nueve viviendas conectadas entre sí mediante una serie de pasillos y escaleras exteriores. Su gama cromática, un juego visual de más de 14 colores, crea una experiencia interactiva con la que sus huéspedes pueden conectar a través de los distintos apartamentos. En ellos, se encuentran diferentes habitaciones circulares caracterizadas principalmente por tres formas dispuestas de forma superpuesta: el cubo, la esfera y el tubo.
Se trató de un proyecto experimental que trataba de desafiar al cuerpo y la mente a través de un diseño abstracto y elementos desubicados como muebles colocados en lugares “imposibles”, postes verticales, ganchos en los techos, tubos en medio de las estancias e interruptores casi inaccesibles.
El nombre de este complejo hace referencia a Helen Keller, una creativa, escritora y activista política sordociega que encarnó bien los principios de la “arquitectura procedimental”, viviendo una vida plena y activa a pesar de su discapacidad.
Fue por ese motivo por el que Arawaka y Gins decidieron tomarla como referencia para construir, en su nombre, un espacio en el que las personas pudiesen tomar conciencia de que pueden realizar cosas que antes daban por imposibles, y vivir en primera persona lo que experimentó Hellen Keller revirtiendo su destino.