El museo chino escondido debajo de las dunas, icono de la arquitectura.
En la costa de la bahía de Bohai, en el norte de China, se alza ante el mundo un fascinante museo enterrado bajo las dunas. Con una superficie de 930 metros cuadrados, este espacio se ha convertido en un icono de la arquitectura contemporánea. Inaugurado en 2018, el UCCA Dune Art Museum representa la materialización de un proyecto museístico que se adapta al entorno, logrando su mayor triunfo: el arte de abrazar el paisaje sin alterarlo. Diseñado por el estudio chino OPEN Architecture, el museo es fruto de una profunda reverencia por la naturaleza y del deseo de proteger el ecosistema vulnerable de las dunas, formado durante miles de años por las fuerzas naturales. Gracias a esta visión, las dunas se han conservado, en lugar de ser niveladas para dar paso a desarrollos inmobiliarios con vistas al mar, como ha ocurrido en otras zonas costeras.
El museo está envuelto en arena, construido bajo una poderosa duna. Sus espacios interconectados, de formas orgánicas, remiten a las primeras cuevas primitivas: el hogar ancestral del ser humano, cuyas paredes fueron lienzos para algunas de las expresiones artísticas más antiguas de la humanidad. Las distintas “celdas” del museo albergan galerías de diversos tamaños, una cafetería y áreas auxiliares. Tras recorrer un túnel largo y oscuro y una pequeña área de recepción, el espacio se abre repentinamente en la galería multifuncional, iluminada sutilmente por un tragaluz superior que baña el recinto con luz natural.
A través de las aberturas del edificio, los visitantes pueden contemplar el cielo y el mar en diferentes momentos del día, creando una experiencia íntima con el entorno. Una escalera de caracol conduce a la parte superior, desde donde se observa la atmósfera mágica del lugar. En su interior, el museo actúa como un refugio para el cuerpo y el alma. En la cubierta del museo, se aprecia una geometría compleja compuesta por formas tridimensionales de hormigón, moldeadas a mano por trabajadores locales de Qinhuangdao, algunos de los cuales eran antiguos constructores de barcos. Se utilizaron encofrados hechos de pequeñas tiras de madera y, en zonas de curvatura, materiales más flexibles.
Puertas, ventanas, baños, cocina y barra fueron diseñados a medida. Las superficies interiores fueron concebidas para fusionarse con los espacios expositivos mediante materiales como Microtopping, Lixio y Nuvolato Architop, aplicados en paredes, techos, baños, balcones, mesas y escaleras. En los suelos de la galería, recepción y cafetería se instaló pavimento veneciano. Los orificios originales del edificio, estratégicamente ubicados y de distintos tamaños, proporcionan iluminación natural cuidadosamente regulada durante todo el año. Su cubierta arenosa ayuda a reducir la temperatura en verano, mientras que un sistema geotérmico de bomba de calor —eficiente y sin emisiones— sustituye el uso de aire acondicionado convencional.
Este proyecto ha sido reconocido con el Iconic Awards: Best of Best del Consejo Alemán de Diseño en 2017 (por su diseño conceptual), y fue nombrado Edificio del Año 2019 por ArchDaily. También recibió el premio a los “Mejores edificios de menos de 1.000 m²” en los AZ Awards 2019.
Obras y exposiciones
En las distintas galerías se presentan exposiciones de escultura, pintura, objetos y colecciones refinadas, en un entorno mágico. Se trata de obras de artistas vanguardistas y futuristas que ofrecen experiencias inmersivas y creativas. Predominan los artistas chinos con propuestas conceptuales y visuales que invitan a la interpretación, junto con obras de autores occidentales que adquieren un enfoque singular cuando se presentan en este escenario, invitando a la contemplación y reflexión.