El ADN de Norma Merrick Shlarek: mujer, afroamericana y arquitecta
Nacida en el seno de una familia de inmigrantes el 15 de abril de 1926 en Harlem, Nueva York, Norma se convertiría en un icono por la lucha de los derechos de las mujeres raciales en el mundo de la arquitectura.
De padre médico y madre costurera, tuvo la oportunidad de asistir a una selecta escuela pública para niñas. Después, fue al Bernard College de Nueva York como prerrequisito para matricularse en la Escuela de Arquitectura de Columbia y, finalmente, se convirtió en la primera mujer afroamericana en obtener una licencia de arquitectura en Nueva York.
Pese a ello, después de graduarse fue rechazada por 19 firmas de arquitectura, ya que como ella misma destacó: “No contrataban ni a mujeres ni a personas afroamericanas en este sector, y no sé cuál de las dos cosas influía más en mi caso”, por lo que tuvo que acabar aceptando un trabajo de funcionaria en el Departamento de Obras Públicas de Nueva York.
Poco tiempo después su suerte cambió y consiguió un puesto en Skidmore, Owings & Merrill donde ejerció durante 5 años hasta dar el gran salto a Guren y Asociados, firma que apostó por el talento inherente de Shlarek quien destacó tanto, que llegó a convertirse en 1966 en la primera directora afroamericana de la firma. Aquí permaneció durante 20 años y realizó numerosos grandes proyectos como la Embajada de EE.UU en Tokyo
y la Terminal de pasajeros del aeropuerto internacional de Los Ángeles, del cual fue nombrada directora.
En estos años de oro, logró también convertirse en la primera afroamericana elegida como miembro del prestigioso Instituto Americano de Arquitectos (FAIA) en 1959.
Más tarde, en 1985, fundó junto a sus dos socias Margot Siegel y Katherine Diamond el estudio de arquitectura Siegel-Sklarek-Diamond. Fue el mayor estudio de arquitectura propiedad de mujeres y que contaba con la mayoría del personal femenino de los EE.UU. Desgraciadamente, su cierre llegaría 4 años después al no lograr ganar las licitaciones y los concursos de grandes proyectos, desafíos que tanto extrañaba Norma.
A lo largo de su exitosa y larga trayectoria profesional, Sklarek realizó también otras célebres obras como el Pacific Design Center, el Ayuntamiento de San Bernardino, la Embajada de Estados Unidos, y el Commons-Courthouse Center de Columbus, entre otros.
Todos estos proyectos de gran nivel, le sirvieron para recibir a lo largo de su trayectoria significativos premios y reconocimientos como el premio Whitney M. Youg del AIA, un galardón reservado a quienes han creado un cambio positivo en su especialidad, en 2008 y el Premio Mejor Modelo de Negocio, por la Association of Black Woman Entrepreneurs en 1987.
Además, fue presidenta del Consejo Nacional de Ética de la AIA, miembro honorario de Delta Sigma Theta Hermandad, da nombre a una beca de arquitectura que ofrece la Universidad de Howard y existe una resolución de la Legislatura del Estado de California en honor a ella.
Finalmente, Norma falleció el 6 de febrero de 2012 después de toda una vida dedicada a allanar el camino al resto de generaciones futuras: «En la Arquitectura, no tenía ningún modelo a seguir. Hoy, estoy feliz de ser un referente para muchas mujeres».