Eileen Gray, pionera del Movimiento Moderno

10 Mar, 2023

Durante muchos siglos la arquitectura fue concebida y realizada por hombres. A principios del siglo XX, con esfuerzo y tenacidad, algunas mujeres se abrieron camino en este mundo masculino. 

Una de las primeras mujeres reconocidas internacionalmente por su aportación al diseño industrial fué Eileen Gray

Nacida en 1876 en Irlanda, Eileen pasó su infancia en Londres e inició sus estudios en la escuela de Bellas Artes Slade para seguir los pasos de su padre, allí se inició en la técnica china de la laca

En 1900 llegó a París, donde residió intermitentemente hasta su muerte, conoció el movimiento Art Nouveau y realizó sus primeras obras en este estilo a partir de 1914. Con ellas consiguió una marca única que le llevaría a alcanzar reconocimiento. 


Tras unos años, Gray reorientó su actividad al interiorismo y diseño de muebles y montó su propio estudio con tan solo 24 años, convirtiéndose en una de las diseñadoras de paneles decorativos y biombos lacados orientales más importantes de la época. 

Estimulada por su éxito como diseñadora y por el arquitecto Jean Badovici, que se convirtió en su amante, Eileen inició su trabajo como arquitecta, a pesar de no tener formación. 

Así, en 1924 levantó su propia casa de vacaciones en la costa de Francia, la E-1027, un icono de la arquitectura moderna. El nombre es un juego en el que la pareja hace un guiño a sus iniciales: E de Eileen, 10 como la J, la décima letra del abecedario, 2 de la B y 7 G. 

Diseñada hasta el más mínimo detalle, las alfombras, sofás, lámparas y muebles, piezas que se convertirían en icónicas. 

La morada es una obra en la que arquitectura, diseño interior y mobiliario se integraron de una manera que no se había logrado hasta entonces. 


En 1937, tras participar en una exposición junto a Le Corbusier, Gray abandonó su carrera como diseñadora. Como resultado, su trabajo quedó olvidado hasta que en 1968 el crítico Joseph Rykwert publicó un artículo sobre su obra. 

En la década de los 70, retomó su actividad con más de 90 años. Falleció en 1976 a los 98 años.

Hoy, sus piezas son objeto de coleccionismo y su casa junto al mar de 768 metros, después de una minuciosa rehabilitación, está abierta al público.