Edificios con estabilidad a prueba de seísmos
Hoy os presentamos un edificio de oficinas en Ishikaw, Japón, que se sometió a un proyecto de renovación para convertirlo en el museo Fa-Bo, que expone los avances tecnológicos de la empresa Komatsu Seiren, especializada en fabricación y teñido de productos textiles.
Un edificio que, en sí mismo, es un reflejo de los trabajos de la empresa. El autor del proyecto, el arquitecto Kengo Kuma, ha utilizado de manera inteligente soluciones fabricadas por el propio cliente.
Se trata de una red de cables de fibra de carbono termoplástico Cabkoma –fabricados por Komatsu Seiren– para asegurar la estabilidad del edificio en caso de terremoto.
Es la primera vez que se utiliza este material con este fin, pero las previsiones son buenas: es muy resistente a tracción y a la vez es ligero y ofrece un buen acabado estético. Como si de una tienda de campaña con corta vientos se tratase, se genera una malla de cables alrededor del edificio que le proporciona estabilidad y, sin duda, le da un aspecto distintivo.
El cable está formado por fibra de carbono con una capa externa de fibra sintética y fibra inorgánica y acabado con una impregnación de resina termoplástica.
Para la cubierta también se han utilizado materiales de la misma empresa: unas losas cerámicas porosas producidas a partir de los desechos de los sistemas de tintado ecológico, formados principalmente por micro-organismos, y aplicando tecnologías inspiradas en las artes cerámicas kutaniyaki.
Una oda al medio ambiente y a la innovación en forma de edificio, ¿qué os parece?