Arcosanti
Hay un lugar mágico en medio del desierto de Sonora, Arizona. Se trata de un templo retro-futurista situado en la ciudad de Arcosanti, una ciudad utópica hecha de estructuras de hormigón macizo y formas orgánicas. Esta obra de cierta decadencia estética fue concebida por el visionario arquitecto italiano Paolo Soleri durante los años 60 y 70, y es la expresión de su filosofía particular: Arcology, la fusión de la arquitectura y la ecología.
El proyecto está inspirado en parte por el tiempo que Solari pasó en la colonia desértica de Frank Lloyd Wright en Taliesin West. Y fue considerado por la revista 'Newsweek' en 1976 como "el experimento urbano más importante realizado en nuestro tiempo”.
Su idea era crear una megalópolis multinivel donde la vida comunitaria autosuficiente coexistiera con la naturaleza en armonía. Solari quería que Arcosanti fuese un lugar "para trabajar, jugar y crecer juntos". Un lugar donde no eran necesarios los automóviles, los alimentos eran de cultivo o producción propia y los edificios se diseñaron de acuerdo con los principios de la energía solar pasiva para reducir los requisitos de energía.
En la entrada del edificio un cartel con unas intenciones bien claras: “Si estás realmente preocupado por los problemas de contaminación, desperdicio, agotamiento de energía, tierra, agua, aire y conservación biológica, pobreza, segregación, intolerancia, contención de la población, miedo y desilusión, únete a nosotros.”
Desgraciadamente, el proyecto inicial estaba previsto para 5.000 habitantes y hoy en día solo alberga 50. Pero Arcosanti se considera un prototipo, un laboratorio cuyos experimentos, dada la crisis ecológica, son más relevantes que nunca.
*Fotografías de Laura Egea, Coke Bartrina, Clemente Vergara & Nuria Val