10 bibliotecas para celebrar el Día del Libro

24 Apr, 2020

Ayer fue el Día del Libro, y en nuestro Instagram ya os adelantamos algunas de nuestras bibliotecas favoritas. Así que hoy vamos a ver alguna más y a contaros un poco de cada una de ellas.

Biblioteca del Museo Reina Sofía en Madrid, por Jean Nouvel

Esta biblioteca de uno de los museos más visitados en Madrid se quedó pequeña y se vio casi en la obligación de renovar su imagen. Así que Jean Nouvel cogió el relevo de Francisco Sabatin y se puso al frente de este proyecto. De los 51.297 m² iniciales se pasó a los 84.048 m², lo que supuso un incremento del 60% sobre la superficie del edificio antiguo. La ampliación, inaugurada en 2005, está constituida por tres edificios que acogen fundamentalmente salas de exposiciones temporales, un auditorio y la biblioteca. En el caso de esta última, la fachada sureste refleja la del edificio Sabatini a través de una superficie reflectante que devuelve la imagen hasta la plaza de Carlos V. 

Biblioteca e Arquivo de Galicia en Santiago de Compostela, Galicia, por Peter Eisenman

La Cidade da Cultura pensada por Eisenman iba a tener seis grandes edificios, aunque dos de ellos (un teatro y un centro de arte) jamás se llegaron a hacer. Diversas irregularidades, entre ellas un presupuesto inflado y descabellado en época de crisis, han marcado su historia. Y con la biblioteca y el archivo pasó algo parecido, porque aunque en un principio tenían que estar en edificaciones separadas, finalmente se integraron en una sola. 

Dipòsit de les Aigües en Barcelona, por Lluís Clotet e Ignacio Paricio

Proyectado en 1874 por Josep Fontserè, nació con la función de regular el caudal de agua de la cascada del parque de la Ciutadella y para ayudar a regar sus jardines. Se trata de una construcción de prototipo romano formada por un laberinto de arcos paralelos de 14 metros de altura que se cruzan en una vuelta de cañón y se extienden a lo largo de 65 metros de profundidad. En el año 1992 pasó a ser propiedad de la Universidad Pompeu Fabra y, tras una rehabilitación realizada por Lluís Clotet e Ignacio Paricio, en 1999 abrió sus puertas como Biblioteca General de la Universidad. 

Archivo Histórico y Biblioteca Pública Municipal de Baiona en Pontevedra, Galicia, por Murado & Elvira

El estudio de arquitectura Murado & Elvira reformó radicalmente el interior de este famoso edificio con la madera de arce y la piedra como materiales protagonistas. Además, aprovecharon los puntos de luz existentes dando resultado a varias estancias caracterizadas por su luminosidad y su gran sensación de amplitud. Sus dos plantas incrustadas en la pendiente del casco histórico cuentan con un jardín con una huerta y su correspondiente pozo, así como con un patio interior.

Biblioteca Sant Josep en Ontinyent, Valencia, de Ramón Esteve

Construida en 2010 por Ramón Esteve, esta biblioteca sorprende por tratarse de un volumen exento de planta cuadrada rodeado de un entorno arbolado. Planos orgánicos, luz natural, espacios sencillos y amplios... El arquitecto valenciano demuestra en este edificio cómo se vale de la luz como materia constructiva. Y en su interior, más allá del punto de información y atención al cliente, dispone de un espacio polivalente, un espacio infantil, un fondo general y un espacio para revistas, prensa, música e imagen. 

Biblioteca Joan Maragall en Barcelona, por BCQ Arquitectura

Concebido como un "jardín de luz", BCQ Arquitectura decidieron conservar desde un primer momento el jardín existente de la Villa Florida, construyendo debajo de él los espacios necesarios para esta biblioteca en la que la luz natural prima. Es más, la altura del jardín preexistente es la misma que la de los tejados jardín de la biblioteca. En su interior el color blanco es el que predomina y los distintos espacios se han dividido entre aquellos que funcionan como patios de luz y silencio, y aquellos en los que pueden encontrarse los libros. 

Mediateca de Carballo en A Coruña, Galicia, por Óscar Pedrós

Diseñada en el año 2011 por el arquitecto Óscar Pedrós, este edificio regido por los tonos blancos se vertebra a través de líneas rectas mucho más complejas de lo que parece a simple vista. El equipamiento en planta baja, en forma de U, cuenta con un patio central orientado al norte. Su interior invita a que el visitante deambule por sus diversas salas gracias a un más que pensado recorrido en espiral. Desde cómics a música, es todo un ejemplo de lo que una biblioteca debería ser en el siglo XXI. Su exterior destaca por diversas planchas de porcelana Techlam Basic Neu, de Levantina. 

Conjunto multifuncional Alchemika en Barcelona, por Oliveras Boix Arquitectes

Esta biblioteca nace en una antigua fábrica de plásticos que ocupaba parte del antiguo conjunto industrial Costa Font en el barrio barcelonés del Camp de l’Arpa. Esta fábrica fue construida por Francesc Mitjans y en el rediseño se ha mantenido su fachada original, de obra vista con zócalo de piedra y enormes ventanales de proporción vertical. 

Biblioteca de Arte TEA en Tenerife, por Herzog & de Meuron

Este proyecto era un auténtico reto, ya que se encontraba junto a un barranco y en pleno centro urbano. Pero los suizos Herzog & de Meuron pudieron con ello y en 1995 abrieron las puertas del Tenerife Espacio de las Artes (TEA). Crearon un complejo arquitectónico de aproximadamente 20.622 metros cuadrados que alberga un museo y un centro de arte contemporáneo, el Centro de Fotografía Isla de Tenerife y la Biblioteca Municipal Central, todo un punto de encuentro para quienes quieren profundizar sus conocimientos artísticos. Resalta su fachada de hormigón, perforada con 1.200 cristales de 720 formas diferentes que filtran la luz exterior al interior. 

Biblioteca Sant Antoni en Barcelona, por Joan Oliver RCR Arquitectes

En el corazón del barcelonés barrio de Sant Antoni se halla este complejo de Joan Oliver (RCR Arquitectes) que aglutina una biblioteca, un hogar de jubilados y un parque infantil. Lo curioso es que está ubicado en el solar de lo que anteriormente fue una antigua fábrica de caramelos y aún conserva una chimenea de ladrillos de entonces. Líneas puras, edificación de acero y vidrio, y detalles constructivos de referencias organicistas. En el año 2009 fue una de las cinco obras finalistas de los Premios Mies van der Rohe de arquitectura contemporánea europea.

¿A cuál os gustaría ir cuando podamos salir de casa?